martes, 26 de febrero de 2008

Llamado a lo real


¿Por qué aclamar en silencio,
cuando lo que no existe
precede a lo existente?


Descolgar la última corbata
del corredor que no te lleva a ningún lado,
bajar la mirada,
sabiendo que no quedan sonrisas vagas.
No quiero promesas,
carezco de divinidad absoluta,
pertenezco a la raza de los impíos,
que usufructan los talones ajenos…

¡esos Aquiles tortuosos!


Si pudiera convencerte
de teñirme con sangre,
O de cualquier color que reluzca
por entre lo grisáceo del paisaje...


¿Qué precio conlleva mi cabeza sepultada?


¿Qué vil argumento
Usarás ahora para socavar
Mi extravío en las calles…?

el desenfreno obstinado
de no encontrar conceptos,
ni dudas, ni palabras…


No quiero oportunidades,
ni yo misma las doy,
impero esta vez
con toda la magnificencia
que tiene la sangre real;
y convoco, por última vez:


Al llamado veraz,
de tu propia conciencia.
Implorando,
Dejar de jugar a las muñecas.

jueves, 21 de febrero de 2008

Oda a Ofelia



¡Ay Ofelia mía!
caída en la desgracia
de los fantasmas ajenos
...convertida en desdicha
en tu mente febril.

Tú, querida mía,
arrojada al foso desierto,
rodeada de flores amarillas
untadas en el lago de tu ensueño
¡calamitoso panorama!
verte yacer en el espanto
incomprendida mortal..

Ofelia de mi vida,
te rezo soliloquios nocturnos
olvidándome de mis tormentos
¡el rey, mi padre, muerto!
¡Ofelia, la amada, muerta!
Y no queda venganza suficiente
que inmole al destino.

Dinamarca ha enlutado el corazón
ha vertido en tu vientre
la última lágrima;
aquella que te vio llenar la vida de agua.

¡Mi princesa ha enloquecido!

Te ha llevado el mago azaroso
con artilugios ambigüos,
impenetrables los aullidos
de los cuervos asomados en tu cuarto.
Aquel que clama en tu ausencia,
desprovisto de la femenina fragancia de tí,
mi Ofelia.

¡Ay Ofelia mía!
Desconsiderada en vuestra ambivalencia,
me dejas solo con el destino cruel
y el reinado solitario...

No me sonrías así,
esperadme junto a mi padre...
Te aclamo en mis llantos
te sigo en tu delirio
te sigo post-mortem,
convirtiendo el polvo en polvo.