viernes, 9 de mayo de 2008
Ajedrez con Dios
Dios dejó tendida su mano agotada, cansada de cargar con él mismo. Su maldad insuperable nos creó con el fin de jugar a los muñecos, a hacernos decidir si el cielo o el infierno sería nuestro fin. Nos puso en jaque mate inmediatamente despúes de ser expulsados del utero materno, abandonados al juego de cara y cruz. ¿Y si no queremos jugar?
- No existe la posibilidad de desertar. Perverso, perverso. Amarra niños para encerrarlos en sus ataúdes cripticas, cuando su sociedad asquerosa se va desgranando a la medida de que logra hacernos pensar nuevamente - creamos muerte- porque no nos permite crear vida.
¿Y que te crees tú? Antropomorfico rídiculo, andar con la fusta entre las piernas, con las cadenas insertadas en el cuerpo ajeno. ¿Qué quieres ahora? ímpio maldito.
¿No te bastó con lograr que tragaramos tu estúpida historia de bondad? Cuando todo lo perverso, primero fue creado por ti. ¿me das una explicación a las siete plagas?
¿o es que acaso tu bipolaridad te impide recordar tu crueldad?
No pretendas que confie en tí, ni en tus sirvientes con sotana, que lo único que hacen es escupir blasfemias y follarse niños por debajo. No creo en tus preceptos, no creo en tu bondad, sólo creo que te gusta cagarnos. Sin ningún préambulo.
Pero descuida enemigo mio, yo no pretendo hacerte jugar fácilmente.
¿Cuando empezamos? Yo elijo las negras.
lunes, 28 de abril de 2008
Amor literario
a bautizarme
con tu nombre?
¿Qué te tienta
a socavar mi alma
para tú bienestar?
¿Es que acaso crees,
que imperas sobre mi actuar,
sobre el pensar abrupto
o sobre las tintas poseídas?
Tendrás disculpas,
mas no razones
para entonar en tu piano
mi última sinfonía.
Las agallas no te las daré yo
las conseguirás
dentro del abismo de la pila sacra,
en la comunidad religiosa
de tus tormentos.
Ay,
¿cuanto alcanza un corazón
a contener
hasta que explota?
Te pregunto yo a tí,
obsesión de mis días
hermosa mujer de los libros.
hermosa mujer ahogada en tu río.
hermosa mujer que lleva ese nombre:
Virginia.
martes, 8 de abril de 2008
Tic tac
el abrupto abismo del vacío,
aquella roca implantada en el pecho
con atisbos de vida.
¡cúan diversos,
paseos sin relojes
con el cigarro consumiendose
como marcador del tic-tac!
¿No es acaso más dulce,
serpentear perdidamente
entre los laberintos
fantasiosos?
¿o es mi discordia,
entre la nebulosa perdida
y el guiño aterrador?
¿será aquella princesa,
oculta bajo su manto oscuro
quien des-ordena la cronología aprendida?
Y sólo me llega a la memoria,
aquel único golpeteo
del que Poe se ocultaba,
quien enloqueció su cordura.....
debajo de la tapia,
en la posición correcta
se escucha un latido ensordecedor,
tal cual un crónometro antiguo
no deja de sonar...
no deja de sonar...
siempre me recuerda
al corazón delator.
martes, 26 de febrero de 2008
Llamado a lo real
¿Por qué aclamar en silencio,
cuando lo que no existe
precede a lo existente?
Descolgar la última corbata
del corredor que no te lleva a ningún lado,
bajar la mirada,
sabiendo que no quedan sonrisas vagas.
No quiero promesas,
carezco de divinidad absoluta,
pertenezco a la raza de los impíos,
que usufructan los talones ajenos…
¡esos Aquiles tortuosos!
Si pudiera convencerte
de teñirme con sangre,
O de cualquier color que reluzca
por entre lo grisáceo del paisaje...
¿Qué precio conlleva mi cabeza sepultada?
¿Qué vil argumento
Usarás ahora para socavar
Mi extravío en las calles…?
el desenfreno obstinado
de no encontrar conceptos,
ni dudas, ni palabras…
No quiero oportunidades,
ni yo misma las doy,
impero esta vez
con toda la magnificencia
que tiene la sangre real;
y convoco, por última vez:
Al llamado veraz,
de tu propia conciencia.
Implorando,
Dejar de jugar a las muñecas.
jueves, 21 de febrero de 2008
Oda a Ofelia
caída en la desgracia
de los fantasmas ajenos
...convertida en desdicha
en tu mente febril.
Tú, querida mía,
arrojada al foso desierto,
rodeada de flores amarillas
untadas en el lago de tu ensueño
¡calamitoso panorama!
verte yacer en el espanto
incomprendida mortal..
Ofelia de mi vida,
te rezo soliloquios nocturnos
olvidándome de mis tormentos
¡el rey, mi padre, muerto!
¡Ofelia, la amada, muerta!
Y no queda venganza suficiente
que inmole al destino.
Dinamarca ha enlutado el corazón
ha vertido en tu vientre
la última lágrima;
aquella que te vio llenar la vida de agua.
¡Mi princesa ha enloquecido!
Te ha llevado el mago azaroso
con artilugios ambigüos,
impenetrables los aullidos
de los cuervos asomados en tu cuarto.
Aquel que clama en tu ausencia,
desprovisto de la femenina fragancia de tí,
mi Ofelia.
¡Ay Ofelia mía!
Desconsiderada en vuestra ambivalencia,
me dejas solo con el destino cruel
y el reinado solitario...
No me sonrías así,
esperadme junto a mi padre...
Te aclamo en mis llantos
te sigo en tu delirio
te sigo post-mortem,
convirtiendo el polvo en polvo.